Aunque sea una temporada en la que la lluvia es la protagonista principal, el otoño nos ofrece maravillosos paisajes otoñales que pueden visitarse en diferentes lugares de la nación.
Que haga mal tiempo no significa que un fin de semana sea necesario quedarse en casa con manta, café y película. Una opción que puedes tomar es reunir a un grupo de amigos o familiares, preparar mochila, buen calzado, chubasquero y cámara de fotos, y escapar en busca de lugares en los que el otoño se deje ver con todos sus colores más significativos.
Alguno de los sitios que se podrían visitar son, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, al norte de la Península Ibérica, en el centro de la cordillera pirenaica, entre los municipios de Torla y Bielsa, se encuentra este fascinante paraje. La aridez de las zonas altas, donde el agua de lluvia y deshielo se filtra por grietas y sumideros, contrasta con los verdes valles cubiertos por bosques y prados, donde el agua forma cascadas como la de Cola de Caballo o escaleras naturales como las Gradas de Soaso. El horizonte del parque está marcado por su impresionante Monte Perdido, el macizo calcáreo más alto de Europa, conviviendo abundantes especies vegetales. Un lugar obligatorio de visitar alguna vez en la vida y en una temporada como esta es aún más recomendable, sus paisajes otoñales son conmovedores, aunque en cualquier época del año se pueden ver preciosos paisajes, además de tener una amplia posibilidad de excursiones.
Otra posibilidad es Urdaibai, Reserva de la biosfera, un entorno que integra varios acantilados, playas, bosques, marismas y vegas fluviales, además de un par de islas, dando lugar a más de 10 km de arenales, creando rías que constituyen la zona húmeda más importante de Euskadi, en el País Vasco, con abundancia de especies, diversidad de paisajes e incluso yacimientos prehistóricos. Un lugar perfecto para el turismo activo y rural.
El Parque Nacional de las Tablas de Daimiel es otra visita imprescindible en la temporada de otoño. Un humedal que representa el ecosistema de tablas fluviales mezclando una llanura de inundación, debida a los desbordamientos de los ríos Guardiana y Gigüela, además de un área de descarga de aguas subterráneas. Todo esto conlleva una gran cubierta vegetal que favorece el hábitat de una fauna acuática. El Parque Nacional es uno de los ecosistemas más valiosos de la Mancha, en donde sus áreas son utilizadas como nidificación, e inverna la avifauna, creando una zona de aves acuáticas.
Os dejo un vídeo en donde podéis ver la ruta que más se hace por la pradera.
Estas son algunas de las visitas más recomendables para esta época del año, las que me han llamado la atención o he podido visitar yo misma. Animo a que vayáis y juzguéis vosotros mismos.
Otras opciones interesantes serían lugares como:
Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, en Lleida (Catalunya).
Archipiélago de Cabrera - Palma de Mallorca (Islas Baleares).
Cabañeros - Ciudad Real y Toledo (Castilla-La Mancha).
Doñana - Huelva y Sevilla (Andalucía).
Islas Atlánticas de Galicia (Galicia).
Monfragüe - Cáceres (Extremadura).
Garajonay - La Gomera (Islas Canarias).
Espero que os haya gustado, ¡hasta la semana que viene!
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